Se ubica al nordeste de la provincia de Segovia, en una zona de transición entre el sistema central y las llanuras sedimentarias. Con recinto amurallado, domina uno de los valles del río Riaza, que se convierte en embalse.

Desde la colina ofrece extraordinarias vistas, se divisa una península bañada por las aguas del embalse de Linares de Arroyo. Colina que fue enclave de murallas y edificios medievales, y sobre la que observamos páramos calizos, hoces, y cañones que son refugio de una de las más importantes colonias de aves rapaces de la Península.

Conserva desde la Edad Media la puerta principal de entrada a la villa, y de origen románico su Iglesia de San Miguel, en el centro -destacada por su ábside- y la Iglesia de Santa María.