El devenir de la historia obliga a cambiar y la ciudad de Burgos también lo ha hecho, pasando de la modernidad a una capital ilustrada, romántica y burguesa, una ciudad que crece ordenada, elegante y señorial, sin olvidar su pasado y observando el futuro con una mirada abierta a los nuevos tiempos.
La apertura impuesta por el mundo ilustrado trajo consigo modernas construcciones a Burgos, desde finales del siglo XVIII, y más ampliamente en el siglo XIX, y una muestra de ello son los edificios que guarda el bello Paseo del Espolón o el privilegiado y burgués Paseo de la Isla.
En esta ruta se pueden visitar: el Palacio de la Diputación Provincial, el Teatro Principal, el Palacio de la Marquesa de Vilueña, el Ayuntamiento de Burgos, la Plaza Mayor de Burgos, el Paseo del Espolón, el Palacio de Justicia o de la Audiencia, el Palacio del Paseo de la Isla y el Palacio Arzobispal.
