El turismo micológico es una actividad social en crecimiento, esta modalidad de turismo está contribuyendo a la puesta en valor de los bosques, resaltando el aspecto recreativo y de sostenibilidad de los mismos, con una repercusión directa en las economías del medio rural y contribuyendo a desestacionalizar la oferta turística. Otro de los aspectos a destacar es su transversalidad, al complementarse con el resto de la oferta y servicios turísticos del territorio, con una incidencia fundamental en la gastronomía micológica que ha alcanzado un gran nivel por su singularidad, calidad y creatividad.