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Es un yacimiento arqueológico incoado como Bien de Interés Cultural en 1980, y declarado como tal en 2013, encontrándose integrado por ello entre los bienes del catálogo de inmuebles protegidos de la autonomía.

Se halla a dos kilómetros al este de Bamba, sobre un cerro de 782 metros de altitud, en forma de tronco de cono, con cima amesetada de forma elipsoidal. El nombre se debe a un aviso que, según cuenta la leyenda, en ese lugar dijo la Virgen a un pastor dónde se encontraban enterrados los restos de San Ildefonso. El yacimiento, catalogado como de la Edad del Hierro, no conserva restos de muralla. La inexistencia de este elemento defensivo pudo deberse a que lo escarpado de sus ladera lo hiciera innecesario. En la parte septentrional y occidental del cerro se recogen materiales pertenecientes a época celtibérica.

El castro del Viso de Bamba se ha identificado con la antigua ciudad indígena prerromana de Arbucala, que es recordada en la historiografía como un lugar atacado y asediado por Aníbal en sus campañas en la Meseta en los años previos al ataque a Sagunto un hecho que se produce a finales del siglo III antes de Cristo.