El ganado vacuno es de una importancia en la economía de Castilla y León, que se mantiene como la Comunidad con un mayor censo de ganado bovino de España.

Los bóvidos están presentes en la cultura de la región desde tiempos remotos y así lo atestiguan algunos grabados rupestres, como los de Siega Verde (Salamanca). Prácticas ancestrales como la trashumancia todavía están vigentes y es todo un espectáculo avistar su paso cada año en el mes de junio por el Puerto del Pico (Ávila).

Castilla y León cuenta con diferentes razas de vacuno, identificadas con algunas figuras de calidad. Entre las autóctonas se encuentran la Morucha, Avileña Negra Ibérica, Sayaguesa, la Alistana-Sanabresa o la Monchina, y por citar alguna de las introducidas, la Parda de Montaña. También es un lugar tradicional para la cría de bueyes de apreciadas y jugosas carnes rojas.