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Iglesia de los siglos XII y XIII de una sola nave de tres tramos que se cubren como el ábside, con bóvedas de nervios. Su monumental ábside es uno de los más originales dentro del románico castellano, destacan sus columnas y un dosel de arcos ciego.

Fue encomienda de la orden de los Caballeros de San Juan de Jerusalén. Presenta abundante y variada escultura monumental que decora los numerosos capiteles, modillones y canecillos. Las tres portadas de la iglesia presentan arquivoltas ligeramente apuntadas. La más interesante de todas, ya que muestra una rica y compleja temática escultórica, es la que se abre hacia occidente, o de San Juan. Entre las numerosas representaciones iconográficas de la misma sobresalen las figuras de peregrinos con sus típicos atributos jacobeos, venera y bordón.