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La torre de la iglesia de Santo Tomás se sitúa a los pies de su nave. Se levantó en dos fases: la primera, entre 1606 y 1616, cuando se edificaron los dos primeros cuerpos, y la segunda, entre 1620 y 1638, correspondiente a los tres superiores de ladrillo, con cornisas e impostas del mismo material. El número de vanos en cada cuerpo es mayor según se asciende, otorgando al conjunto una gran ligereza, visible desde una gran distancia. En el siglo XX se le añade una cúpula, una escultura y un remate perimetral.