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La actual Iglesia de San Andrés se alzó sobre un antiguo templo románico pero ésta fue completamente reedificada entre 1550 y 1570 según determinó Antonio de Sotelo, que fue uno de los capitanes de Hernán Cortes en la Conquista de México.

De la construcción original conserva la torre desmochada y parte de la fachada norte. Es un gran templo con una sola nave muy amplia y cuenta en su cabecera con dos capillas gemelas que se comunican entre sí. Las capillas están cubiertas por bóvedas de crucería, mientras que el cuerpo central presenta una armadura morisca sujeta por arcos perpiaños obra de García de Luzaga. En su origen una era para los feligreses y otra reservada para la familia Sotelo.
La obra escultórica funeraria destaca por la estatua orante de Antonio de Sotelo con la armadura de época, realizada en alabastro. En su interior se pueden contemplar retablos de los siglos XVII y XVIII. De esta época son también los dieciséis paramentos que representan la Pasión y cuyos muros son cubiertos durante la Cuaresma.

Al mecenazgo de los Sotelo también se debe el gran retablo de su capilla, obra de Juan Falcote, el curioso retablo del pilar central fechado en 1585 y el magnífico yacente en alabastro de Juan de Sotelo, realizado por Pompeyo Leoni en 1589.