Alternativa textual

En el límite oriental de la Sierra de Gredos se abre paso el Valle de Iruelas, un singular territorio de laderas tapizadas por bosques con una gran diversidad de especies, siendo los pinos negrales y el laricio los protagonistas y donde se conserva la mayor colonia de buitre negro de Castilla y León con un censo cercano a las 120 parejas.

A orillas del embalse de El Burguillo se asienta el antiguo poblado resinero de Las Cruceras, en el que vivían los resineros y madereros a mediados del siglo pasado. En lo que fuera una antigua fábrica de resina y con vistas al pantano está instalada la Casa del Parque, un hermoso espacio didáctico y de interpretación tanto de los modos de vida de la cultura resinera como de los valores medioambientales de la reserva natural.

En la luminosa recepción se tiene a mano toda la información necesaria para una primera toma de contacto con este ecosistema, planificar la visita y las rutas posibles y llevarse un simpático recuerdo del teatrillo fotográfico.

Sin salir del edificio se puede admirar una exposición fotográfica en la que se da una visión genérica de la Red de Espacios naturales de Castilla y León. Un laboratorio para actividades y talleres completa esta primera instalación.

Al otro lado del jardín está el Recinto Expositivo, en cuyas cuatro primeras plantas y siguiendo el orden de las cuatro estaciones se propone un viaje estacional por el Valle de Iruelas. La cuarta planta, con unas magníficas vistas de la finca y del entorno, permite un acercamiento al conocimiento del protagonista de la fauna del valle: el buitre negro, además de algunos de los árboles más emblemáticos.

La primera sala está dedicada al papel que juega el agua a las gargantas del valle, a la floración y al despertar de la fauna en primavera.

Subiendo a la siguiente planta se observa como el verano es la época de cría, principalmente las aves, además de una colección de fotografías dedicadas a los árboles más emblemáticos de la reserva natural como robles, castaños, tejos, etc.

El siguiente nivel muestra el cambio de color del valle combinado con el verde perenne de los pinos, la importancia de la caída de la hoja y lo que ello supone para la conservación del suelo y del hábitat de los mamíferos.

Llega el frio del invierno al valle y esto tiene su espacio en la tercera planta para explicar la historia geológica y la morfología del paisaje.

La última y más alta sala del edificio está destinada a la divulgación del emblemático buitre negro, cuyo vuelo se puede experimentar gracias a un sugerente interactivo. Además, es posible admirar una representación de los árboles más simbólicos del valle de Iruelas y comprender mejor sus beneficios en la naturaleza.

La visita termina en el Rincón de la Memoria en otro edificio anexo dedicado a los modos de vida en el valle a mediados del siglo XX.