Alternativa textual

A caballo de los extensos pinares del norte soriano y la fértil vega del Duero que recorre el sur de la provincia se abre un espacio singular, un tajo en las rocas que escenifica un paisaje de cortados verticales de roca viva que enmarcan bosques de sabinas y de pinos laricio vigilados desde el aire por buitres leonados, águilas y halcones.

El Cañón del río Lobos, al que se accede bajo la vigilante estampa del castillo de Ucero, se recorre plácidamente por ambos lados del cauce adornado de nenúfares hasta llegar al mágico escenario presidido la ermita templaria de San Bartolomé del siglo XIII. Detrás de ella se abre la enorme entrada a la cueva en cuyo interior se conservan grabados prehistóricos.

A la salida del pueblo de Ucero, de camino a la entrada al Parque Natural Cañón del río Lobos, en un robusto edificio de piedra que en el pasado sirvió de fábrica de papel, chocolate, batán y molino tradicional se halla la Casa del Parque, en cuyo extremo posterior se encuentra el estanque del aula del río y el canal adaptado para la práctica de la pesca y para el conocimiento práctico de los ecosistemas acuáticos de la zona.

Ya en el interior, en la amplia recepción se proporciona una completa información del espacio natural, reforzada con paneles informativos, acuarios y una sala de restauración.

La planta superior expone una colección de animales disecados, una de las mayores colecciones de hongos silvestres del país, una interesante colección de herbarios donada a la Casa del Parque por el botánico D. Antonio Segura Zubizarreta, la sala de audiovisuales y la de exposiciones permanentes.

En la última planta se representan los principales ecosistemas del Parque Natural a través de contenidos audiovisuales e interactivos muy bien desarrollados, destacando el virtuoso efecto multimedia llamado "Los Reyes de la Noche".