Alternativa textual

En la sierra de Atapuerca, muy cerca de la ciudad de Burgos, se ha escrito la historia de la evolución humana del último millón y medio de años, lo que le ha valido la declaración de Patrimonio de la Humanidad.

Desde 1978 se viene realizando un intenso y minucioso trabajo de investigación que permite conocer la evolución de los diferentes grupos humanos europeos, de los que se han encontrado cinco especies diferentes hasta el momento.

El Museo de la Evolución Humana ubicado en la ciudad de Burgos es el catalizador del "Sistema Atapuerca, Cultura de la Evolución", un instrumento de gestión de los distintos equipos, centros, servicios y departamentos implicados en el correcto desarrollo del proyecto integral de Atapuerca.

Pero el Museo de la Evolución Humana es mucho más, es el eje sobre el que se articula todo el Complejo de la Evolución Humana en un intento moderno de reproducir todas las singularidades de la sierra de Atapuerca, además de dar cabida a las disciplinas científicas que intervienen en la investigación y dar una visión existencial de la presencia del hombre en la tierra.

Ya en la entrada, una sala de grandes dimensiones con treinta metros de altura llama la atención por los cuatro módulos inclinados con vegetación que emulan la trinchera del ferrocarril del yacimiento de Atapuerca, donde todo comenzó. En esta misma planta, en diferentes salas se exponen fósiles hallados en las excavaciones, el proceso de descubrimiento, recuperación y análisis de cada uno.

Ya en la primera planta, es posible conocer cómo era el interior del bergantín en el que Darwin concibió su teoría de la selección natural. En el centro de la planta está la Galería de la evolución, una reconstrucción hiperrealista de la evolución de los homínidos a lo largo de siete millones de años. A su lado, una recreación a gran escala del cerebro humano permite ver por dentro y por fuera como es el sistema de interconexión neuronal. En este mismo nivel se rinde homenaje al Nobel español Don Santiago Ramón y Cajal, quien descubrió los procesos conectivos de las células nerviosas.

En la siguiente planta se habla del simbolismo, de la complejidad de la mente humana, de cómo los ritos funerarios son los más antiguos de la humanidad, de la organización social y de su evolución, del espíritu creador del homo sapiens y de la aparición de su sentido estético y de cómo fue el desarrollo tecnológico para la fabricación de las primeras herramientas. El centro de la planta lo ocupa una instalación dedicada al fuego, pues su descubrimiento es uno de los grandes hitos de la evolución humana.

En la última planta se explican los ecosistemas de la evolución: la selva tropical donde se originaron los homínidos, la sabana como proveedora de la carne necesaria para el crecimiento cerebral y la tundra-taiga por la que los homínidos se expandieron a otros continentes. En esta misma planta, un sistema de realidad aumentada permite ver cómo era la sierra de Atapuerca y sus pobladores en los momentos más importantes.

El Museo de la Evolución Humana es un referente científico y divulgativo dentro y fuera de España, un museo del pasado y un espacio de reflexión sobre el presente del homo sapiens.