El Centro Histórico de Oporto se desarrolló a partir de un pequeño núcleo ubicado en el cerro de la Catedral, en el que se documenta una ocupación humana que se remonta al primer milenio a.C. Las sucesivas ocupaciones reunieron los más variados intereses sociales y económicos, que fueron expandiendo y modificando la ciudad.

Lugar de gran valor estético, el centro histórico de Oporto presenta un tejido urbano e innumerables edificios históricos que dan testimonio de su desarrollo a lo largo de más de mil años. Obra maestra de la creatividad humana, su armónica articulación de calles con el espacio circundante y especialmente con el río Duero y Vila Nova de Gaia, presenta una unidad visual que le confiere uno de sus aspectos más importantes, su carácter panorámico.

Es un organismo vivo, integrado en un área activa de la ciudad, que se conseguido ser reconocido como un "valor universal excepcional" que merece una protección y valorización especiales.