Lois se encuentra rodeado de repliegues rocosos, en la Cuenca del Río Dueñas, nombre que proviene del latín "Lutum" o lodo, lo que indica se hallaba junto a un lodazal o barrizal. Tierra ocupada por romanos, godos,… en busca de metales valiosos, como oro y minio.

Será el siglo XVI el de máximo esplendor, albergándose poderosas familias nobles, que construyen allí sus palacios. Existieron cuatro mayorazgos, dotados de soberbias casas solariegas o palacios, como el de Castañones, del siglo XVIII, propiedad del Obispo D. Francisco Castañón o el Palacio de los Álvarez. Destaca su Iglesia, con aire herreriano, construida con lujosos materiales y formas pulidas. Un lugar de una riqueza que aún se respira.