Destaca la Iglesia de San Andrés, de estilo renacentista del siglo XVI y declarada Bien de Interés Cultural en 1982. Guarda excelentes joyas, como una cruz y custodia de plata de estilo burgalés, tallas policromadas, así como tablas de pintura hispano-flamenca con influencias de la Escuela de Berruguete, además de la reja de probable origen románico, en la puerta principal.

De la antigua muralla que rodeaba al pueblo, hoy sólo queda el arco, junto al que se encuentra un crucero situado originalmente en la ermita de la Vera Cruz. El rollo gótico de la Plaza, con el escudo de la Casa de Austria y la picota, en el paraje de las bodegas, son símbolos de la jurisdicción civil y criminal que poseía Presencio. Otro elemento de arquitectura civil es una casa junto al rollo en la que la tradición sitúa la estancia de la reina Juana la Loca.

A unos kilómetros del pueblo encontramos la ermita románica de Villacisla. La imagen de Nuestra Señora de Villacisla es una preciosa talla, admirada por los devotos y cofrades que componen la Cofradía encargada de conservarla y venerarla. Dos veces al año se celebran romerías, en mayo y septiembre.