Situado al oeste de la provincia de Soria, en lugar de cruce de caminos. Con origen medieval, esta villa surgió como necesidad de un lugar fortificado para la repoblación y defensa de la Línea del Duero, lugar de apoyo para la imprescindible plaza de San Esteban de Gormaz.

Una villa adaptada a las condiciones del terreno. Alrededor de la cima del cerro o colina se aglutina el poblado, con sus calles siguiendo las bonanzas del cerro, longitudinal o transversalmente, lo que la orografía les permita. El conjunto se desarrollo de este a oeste, partiendo de la calle Real y dos vías longitudinales, la Calle San Ginés, y la calle San Martín.

Son de interés cultural su Iglesia de San Martín, y la Iglesia de San Ginés, magníficos ejemplares del románico soriano, además de conservarse edificaciones de arquitectura populares características, igualmente, de esta zona.