Una ruta impresionante de 180 kilómetros donde predominan los colores rojo y azul, o lo que es lo mismo, la tierra y el cielo. Resulta sencillo colmar los ojos con exquisitos platos y degustar los sabores tradicionales y modernos de sus platos típicos y vinos, al igual que recorrer en esta ruta los recuerdos de un pasado que permanece en la memoria de cada pueblo. Desde Soria, el trayecto continúa por Calatañazor, El Burgo de Osma y su magnífica catedral, la fortaleza de Gormaz y las tierras de Berlanga de Duero o Almazán antes de volver hasta la capital soriana, en la que visitar, entre otros, el Museo Numantino.