Situada entre los ríos Arevalillo y Adaja, su casco histórico, con declaración de Conjunto Histórico, alberga castillo, plazas, puentes medievales y numerosas iglesias. Está considerada unos de los principales focos de mudéjar castellano.

Personajes como S. Ignacio de Loyola e Isabel la Católica están íntimamente ligados a esta ciudad, donde pasaron años de vivencias y formación, así como otros ligados a la cultura hebrea y musulmana, con importante presencia en la localidad en la edad media.

Otros de sus principales atractivos son el comercio de antigüedades, de arraigada tradición, y la gastronomía, con la marca Tostón de Arévalo (cochinillo asado) como plato bandera.