La Plaza de Santa Eulalia de Segovia, ubicada en el barrio de los tejedores de paños, contenía uno de los ejemplos de arquitectura civil del s XVI más homogéneos de la ciudad, con sus casas blasonadas, soportales con columnas de granito o de ladrillo y madera, las más modestas.

No era habitual que la nobleza construyera sus casas extramuros y, aunque con el tiempo ha cambiado, (se canalizó el río Clamores y se derribaron algunas de sus casas), aún se conserva ese carácter inalterable de la plaza en cuanto a trama originaria se refiere.

A un lado de la plaza, podemos observar la casa de los comuneros Hermanos Buitrago, con portada enmarcada por alfiz de bolas y escudo picado por orden de Carlos I, como castigo por el levantamiento de las Comunidades. Y en otro de sus lados, cabe destacar la iglesia, de principios del s XII que, aunque transformada en el s XVII, aún conserva parte de su pasado románico.