Museo Etnográfico de Montejo de San Miguel

El Museo recoge una amplia y muy completa muestra de objetos y enseres que representan las formas de vida y tradiciones del Valle de Tobalina, en la comarca de Las Merindades (Burgos) y el mundo rural en general.

Los fondos del Museo están relacionados con la cultura agrícola, tanto del vino (chacolí) como del cereal y de otros productos propios de una agricultura autárquica. También están representados con sus herramientas propias todos los oficios que cubrían las necesidades de la población, así como la religión, la escuela, los juegos, la medicina tradicional…

Además de la conservación y divulgación de la cultura y formas de vida de nuestros antepasados, el Museo colabora en trabajos de investigación dentro del ámbito universitario, en la edición de libros, y con distintos medios de prensa tanto especializada como generalista.

En homenaje a los retos que afrontaron nuestros antepasados con su ingenio, esfuerzo y sacrificio el Museo hace exhibiciones de oficios, en la práctica ya desaparecidos, y son llevadas a cabo por los últimos profesionales que quedan en activo o bien están ya jubilados.

EL EDIFICIO

El conjunto museístico está dividido en dos espacios separados:

Museo Etnográfico. Ubicado en un edificio de excelente factura y ejemplo de la arquitectura rural de principios del siglo XIX que estaba destinado a almacenar los productos de un labrador importante. El edificio consta de lagar, bodega, granero y pajar.
El lagar y la bodega se conservan tal y como eran hace 200 años, con las cubas, la prensa y todos los enseres propios de la actividad vinícola.
El granero recoge la recreación de una vivienda típica de principios del S. XX con todas sus estancias profusamente equipadas.
El pajar, situado en la parte alta, acoge a los oficios propios del mundo rural así como la escuela, la religión, los juegos tradicionales de adultos y los infantiles…
Museo de Maquinaria Agrícola. Está instalado en una era próxima en la que se han construido dos zonas cubiertas construidas con la técnica de carpintería de armar tradicional. En estas zonas se expone la maquinaria agrícola propia de la 1ª mitad del siglo XX. La zona no cubierta acoge al "museo agrícola vivo" en el que se siembran todos los productos tradicionales y los visitantes pueden apreciar los diferentes estados de crecimiento según el momento en que lo visiten.