Junto al Valle del río Corneja, a los pies de la Sierra de Ávila, se ubica esta bella población que inspiró al mismo Francisco de Goya. Calificada como Villa Episcopal, su posición privilegiada durante los siglos XIV y XV, se la dan personajes que han dejado huella como Alonso de Madrigal, Juan de Carvajal y quien la dio nombre: Juan de Bonilla, franciscano, escritor y prior de Villasilos en Palencia.

Brilla en su plaza la Iglesia Colegiata de San Martín, de primera mitad del siglo XV, soberbio templo gótico, de una sola y ancha nave, con sus gárgolas y salientes estribos, que refleja el rico pasado medieval de la localidad.