La Villa de Ledesma, situada a 35 km de Salamanca, fue declarada Conjunto Histórico en 1975 y está considerada Bien de Interés Cultural.

Su situación estratégica, defendida por el río Tormes por ambos flancos, permitió que contara con asentamientos humanos desde la época prehistórica, como atestiguan el menhir y el verraco hallados en la zona.

En época romana recibió el nombre de Bletisama por el cónsul Bleto, que estuvo a cargo de la ciudad en el año 93 d.C. De esta época se conserva el hermoso Puente Mocho.

La repoblación tuvo lugar en 1161, momento de inicio de las obras de la muralla que circunda la villa y de la fortaleza, época de la que también data la pequeña iglesia románica de Santa Elena, situada extramuros.

En 1462 el rey Enrique IV Trastámara entrega el señorío de Ledesma a Don Beltrán de la Cueva, que se convierte en su primer conde y reforma la fortaleza.

El siglo XV es el momento de máximo esplendor de la villa, y en él se construyen varias de las construcciones civiles más interesantes, como la Casa Consistorial o el Palacio de don Beltrán. También la Iglesia de Santa María la Mayor es una joya del gótico salmantino, en la que destacan sus hermosos sepulcros.

Una interesante manera de conocer mejor este precioso municipio es visitar la antigua iglesia de San Miguel, convertida en Centro de Interpretación Histórica de Ledesma, que ofrece amplia información sobre los recursos culturales de esta villa que bien merece una visita.