Su nombre procede de Villa blanca, por lo blanco de su horizonte, el blanco de los Alcores, en lo alto de un monte y rodeado de llanuras.

Situado en Tierra de Campos, las excavaciones apuntan a sus orígenes en épocas prerromanas. "Villa realenga" en tiempos de la unificación de Castilla y León, con Alfonso I, en el siglo XI. Lugar de estancia de reyes y nobles durante siglos, Alfonso VIII, las pasó a manos de Los Meneses. En 1352 lugar de descanso de don Juan Alfonso de Alburquerque. En el siglo XVI la villa pertenecía a la casa de Castilnuovo, manteniéndose propiedad de este señorío hasta 1752.

Destacan hoy como recuerdo del pasado en la villa su espectacular y rico castillo, y su recinto amurallado, como símbolos de belleza y fortaleza de lo que en su tiempo fue.