Amplia llanura al sur del Río Duero, extensa zona de campos de labranza. Situada en un punto estratégico de comunicación con el norte, es esta ubicación la que define su historia. Medina, la ciudad del mercado, durante siglos ha sido testigo de la venta de lanas, especies, lienzos, aceites, ganado, …

Durante los siglos XV y XVI, goza de gran esplendor. En 1444 pasó de señorío feudal a titularidad real, siendo uno de los lugares que goza de privilegios de los monarcas. Los Reyes Católicos en 1491, declaran sus ferias como: "Ferias Generales de nuestros Reinos", importante en toda la Península Ibérica.

En Medina todo tenía cabida: en la zona central, se albergaban las ferias; en la residencial los conventos y parroquias; los arrabales, en extramuros; fuera del tercer recinto amurallado, los situados en la margen derecha del río Zapardiel y los situados en el cerro de la Mota".

En el castillo de la Mota surge el recinto amurallado, éste junto a la Colegiata son los edificios históricos más importantes del lugar. Destacando también el Palacio de los Dueñas, el Palacio Real de los Reyes Católicos, el Hospital de Simón Ruiz o la Casa de las Carnicerías.