La Sierra de Gredos, en el extremo sur de Castilla y León, hace de frontera natural entre las dos grandes mesetas centrales de la Península Ibérica, una gran mole de granito en la que sobresale el emblemático Pico Almanzor con sus 2.592 metros de cota máxima.

Gracias a su situación geográfica y a su singular morfología es el reino de la diversidad animal y vegetal en el que perviven endemismos botánicos, la cabra montés, la salamandra del Almanzor y el topillo nival abulense.

El Circo de Gredos es otro de los hitos del Parque Regional Sierra de Gredos, al que se accede por una pista salpicada de cascadas y de rincones de extrema belleza hasta alcanzar los más de dos mil metros de altitud. Allí, en medio de un antiguo glaciar se abre un espectáculo natural inigualable. La gran laguna glaciar de aguas frías y transparentes se abre paso entre prados de líquenes como un espejo en el que se reflejan las grandes montañas que la enmarcan.