El tren de La Robla fue construido en 1894 para trasladar la producción carbonífera desde las cuencas mineras de León y Palencia hasta la poderosa industria siderúrgica de Vizcaya. Además de carbón también transportaba pasajeros. Esta línea ferroviaria sufrió a lo largo de los años varias crisis y abandonos y, finalmente, en el año 2009 Renfe la recuperó para uso turístico con un recorrido de cuatro días.

Este recorrido transcurre a lo largo de muchas localidades por donde también pasa el Viejo Camino de Santiago o Camino Olvidado, una ancestral ruta jacobea, hoy en fase de recuperación.