Castilla y León presume de poder narrar una parte de su pasado histórico a través de las grandes fortalezas que hoy en día se muestran en las zonas más altas del paisaje, y que en su momento sirvieron como imponentes fortificaciones siempre alerta ante el enemigo.

Surgieron como torres defensivas a partir del siglo VIII y su construcción se mantuvo hasta el XV, siendo el mejor símbolo de poder del Reino. Actualmente, existen interesantes rutas que recorren los castillos de la región, descubriendo su historia, arquitectura, y la importancia que tuvieron siglos atrás. La visita del turista a cada fortaleza es un emocionante viaje al pasado y, al mismo tiempo, una forma de conocer mejor la cultura y tradiciones de todo un pueblo.