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Fue fundado en 1238 según la rigurosa regla de Franciscanas de San Damián o Clarisas. Este antiguo convento de clausura femenina conserva escasos restos de la época de su fundación, tan solo una sencilla portadita gótica con alfiz y alguna ventana.

Un incendio obligó a su reconstrucción a finales del siglo XV y principios del XVI. De estilo renacentista podemos ver los magníficos arcos rebajados con cajeado en la rosca y medallones en las enjutas, que sostienen la techumbre de madera del coro bajo.

La Iglesia actual muestra bóvedas y retablos de estilo barroco. En origen se cubría con una techumbre mudéjar que quedó oculta entre el tejado y la bóveda barroca posterior pero es posible contemplarla a escasa distancia mediante un sistema de pasarelas pudiendo observar la interesante iconografía heráldica de su policromía.

Todas estas dependencias después del descubrimiento de las pinturas murales, fueron restauradas entre 1986 y 1989 por la Consejería de Cultura y Turismo de la Junta de Castilla y León recibiendo, de manos de S.M. Dña. Sofía Reina de España, el premio "Europa Nostra" de la restauración de monumentos.

En 2019 la congregación abandonó el convento, que se ha transformado en museo de pintura medieval en el que se pueden admirar además de las pinturas murales, una amplia colección de retablos y obras pictóricas.