Los romanos no solo extrajeron oro de las Médulas, sino que hubo labores mineras a lo largo del curso del río Sil y sus afluentes. En el río Burbia, se encuentran las minas de La Leitosa y Los Cáscaros, dos de las más extensas en superficie de época romana, después de Las Médulas. Se estima que aquí, en el siglo I llegaron a excavarse 40 millones de metros cúbicos de tierras aluviales. Y se sabe que los tres canales que conducían el agua hasta La Leitosa llegaron a medir 40 kilómetros. Esta zona, además, conserva castros prerromanos muy importantes.

Hay varias rutas de senderismo señalizadas por las minas de la Leitosa para disfrutar de sus miradores, su paisaje, un merendero y cerca de él se encuentran los restos de la fábrica de hierro de la Somoza.