Castilla y León destaca por ser la Comunidad autónoma que concentra el mayor número de armaduras de cubierta, y el sur de la provincia de León cuenta con una riqueza inigualable en artesonados. Las desconocidas joyas mudéjares repartidas por el occidente leonés, vertebrado a su vez por ese corredor de comunicación hispánico que es la Vía de la Plata, es el leit motiv de esta iniciativa que nació al abrigo de una campaña de mecenazgo para restaurar el artesonado de la iglesia de Santiago en Valcabado del Páramo. Un proyecto que ha mostrado a las instituciones que el pequeño y desconocido patrimonio puede tener ese elemento dinamizador que requiere el turismo cultural de interior.
Un total de trece piezas mudéjares, cada una con su registro, cada cual con su intrahistoria personal, decoran esta ruta del mudéjar que se vertebra en torno a la Vía de la Plata, recorriendo el norte de la provincia de Zamora y el occidente de la Provincia de León.
No cabe duda, por tanto, que la Edad Media Hispánica está claramente influida por la cultura material e inmaterial de al-Ándalus. Sus gustos y costumbres decoran un paisaje de coexistencia que a la larga llega hasta nuestros días al amparo de un maridaje claramente hispanomusulmán. Y todo esto se canaliza a través de esta ruta y con ella la exposición "Carpintería de armar en la Vía de la Plata", aportación de la Junta de Castilla y León al proyecto. Un recorrido didáctico por las singularidades de nuestros artesonados, culminado por un vídeo que aboga por tomar conciencia y apreciar la herencia de aquel arte nazarí que, contribuyendo al desarrollo del arte mudéjar, hoy luce en nuestros cielos leoneses.
La lacería policromada, adquiere su máxima expresión con aportes promocionales como el que hizo Juan González de Zamora, canónigo de la Catedral de León, a la armadura de Santa Colomba de la Vega (joya de la corona de esta ruta; con su aspecto cupulado, creando simbólicamente una bóveda celeste); cuyo escudo heráldico figura en uno de los faldones de la pieza. No se quedan atrás las ruedas de lazo que decoran los presbiterios de Azares del Páramo, Mayre de Castroponce y Grajal de Ribera. En concreto, en el caso de Azares, hay una reseña, en su faldón oriental, en la que figura una media luna creciente y bajo ella un compás y una regla. Elementos que, por ese orden, pudiera tener que ver con la ascendencia de su autor y con el emblema identificativo del gremio de los alarifes. Habría que añadir a este crisol las armaduras de Lordemanos y Saludes de Castroponce, con una rica ornamentación a base de policromías de tradición gótica concentradas en sendos presbiterios.
Tampoco los artesonados de estilo renacentista, con inspiración en la Sala Capitular del Hostal de San Marcos, -como son los de Alija del Infantado y Valcabado-, son piezas menores. Cierran la parte leonesa de esta ruta las armaduras Riego de la Vega y San Félix de la Vega, concretando en la primera una lacería bien ajustada en su pórtico, y un estilo renacentista en la segunda cuya sobria red de cuadrados concentrados en el almizate, anuncian el ocaso de estas soluciones decorativas para dar paso a la moda imperante que trae el barroco. Ejemplo destacado de ello es el caso de la Iglesia de Santa María en La Bañeza. El visitante ahora puede ver unas excepcionales bóvedas barrocas de yeso y cal, pero no deja de ser curioso que tras ellas se esconda una armadura que aún perdura, de traza similar a la de Alija y Valcabado.
Y ya, por fin, en la parte zamorana de la ruta, cobra especial interés la armadura de San Cristóbal de Entreviñas, con un almizate decorado con artesones hexagonales de clara inspiración en el renacimiento italiano; o las ruedas de lazo de ocho puntas decorando el almizate de la armadura de Villanueva del Azoague, en la que se muestra la habilidad e ingenio del carpintero para salir al paso de un diseño condicionado; y qué decir de esa armoniosa bóveda celeste que se recrea en la capilla mayor de Santa Colomba de las Carabias, en la que destacan, lucidos con pan de oro, ocho racimos de mocárabes sobre los que "giran" los astros que se concentran en los ocho paños de la cúpula.