En tierras de Zamora donde el Tormes se junta con el Duero, ahí está Fermoselle, enclave estratégico por el que han pasado romanos, visigodos y árabes. Una de las zonas mejor explotadas de Castilla.

Poco queda de su muralla histórica, aún con la puerta de la villa. Del Castillo de Doña Urraca, apenas quedan algunos restos. Hoy en día es un mirador de fácil acceso desde la Plaza Mayor donde obtener preciosas sobre los Arribes del Duero.

Pueblo de paseo entre calles estrechas y empinadas, con casas populares entre el paisaje del que forman parte de manera natural. Pueblo de plazas, Iglesias como la de Santa Coloma y Nuestra Señora de la Asunción. Ermitas como la de Nuestra Señora de la Merced (San Albin); la ermita de la Soledad y la ermita del Santo Cristo del Pino (Santa Cruz), de fábrica visigótica y mozárabe, punto de partida ideal para acceder caminando al espléndido Mirador de las Escaleras, desde donde las vistas sobre el parque natural, y el Convento de San Francisco, que hoy en día acoge la Casa del Parque Natural de los Arribes del Duero. Calles con rincones sugerentes y empedrados, donde los arcos de medio punto abren la puerta a sus bodegas. Lugar de historia, vino y paisaje.