Puebla de Sanabria ha sido declarada Conjunto Histórico Artístico por la singularidad de sus monumentos así como por su cuidada arquitectura civil protegida por recintos murados. Y, recientemente, ha sido incluida en la lista de "Los pueblos más bonitos de España". Se trata de un sello de calidad, un referente a nivel nacional e internacional de prestigio en turismo rural y conservación de patrimonio. Y desde 2017 el mercado medieval de Puebla de Sanabria está declarado como fiesta de interés turístico de Castilla y León.

Destaca desde el horizonte su Castillo del siglo XV, fortaleza señorial con usos militares, su estado es excepcional y acoge en su interior el centro de interpretación de las fortificaciones, la oficina de turismo y la biblioteca municipal. Complementan este conjunto la Iglesia Parroquial Nuestra Señora del Azogue, la Ermita de San Cayetano y el Museo de Gigantes y Cabezudos. 33 cabezudos y 10 gigantes forman parte del patrimonio inmaterial de esta villa desde mediados del Siglo XIX cuando comenzaron a desfilar por las calles en las fiestas de las Victorias.

Pueblo ubicado en el extremo noroccidental de la provincia de Zamora, asentado sobre un llano en la cima de una roca desde donde se divisa el valle y la montaña, casi siempre nevada de la Cabrera y la Segundera, junto a la Sierra de la Atalaya.

Lugar estratégico, de unión entre Castilla y Galicia. Pueblo cercano al Lago de Sanabria, el mayor lago natural de la Península Ibérica y uno de los mayores de toda Europa (siendo el mayor de origen glaciar), de 3.158 m de longitud y más de 50 de profundidad, reconocido de interés natural ya en 1946, por el espectacular paisaje que acompañas su valles, cañones, cascadas, el granito entre el que se esconde y las aldeas que lo rodean entre arboledas. Lago rodeado de disputas durante siglos.

En el siglo XII Puebla se repuebla como centro organizador del territorio circundante. En 1220 se convirtió en lugar fortificado defensa de los reinos leoneses frente a Portugal, siendo en el siglo XIII una de las más importantes plazas de armas del reino. Fueron los Condes de Benavente -durante cuatro siglos señores de la Villa- quienes levantaron su castillo, creciendo fuera del recinto amurallado el arrabal de San Francisco, propio de lugares donde los recintos se quedaban pequeños.