El Duero hace de Soria una tierra de riberas, acompañada al suroeste de viñedos, palomares, y las vivezas del Cid. San Esteban de Gormaz, ubicado junto a un remanso del río, levanta en tal lugar su fortaleza, a cuyos pies habitan sus gentes.

El municipio conserva la primera Iglesia porticada de Castilla, Iglesia de San Miguel, pieza fundamental de arte románico de tiempos de la repoblación cristiana. Lugar de historia de religiones de rico pasado medieval, donde el románico coexiste con trazas árabes. Semejanza a este templo alcanza la Iglesia de Santa María del Rivero, en cuya decoración se vislumbra el triunfo del cristianismo sobre el mundo islámico.

En 1187 se celebraron en San Esteban las primeras Cortes de Castilla, lugar de esplendor, especialmente a finales del siglo XIII, época en que disponía de cuatro parroquias y dos monasterios, cerca de la Villa. Una Villa así, de gran riqueza histórica.