Ubicado a lo largo del río Francia, sobre un previo asentamiento romano, muestra algunos de los restos serranos más auténticos de la zona, como son los restos de su muralla y el castillo, que acoge el centro de interpretación de la Reserva de la Biosfera.

Su población se aglutinó alrededor de su Iglesia, que data del siglo XIII, pudiendo ser en el siglo XV un castillo palacial, -de estrechos vínculos con el fuerte de Miranda del Castañar-, en torno al que se concentraron las primeras viviendas. Destacan el puente de origen romano, sobre el que discurre una antigua calzada también romana, que llega a las ermitas del Socorro y del Humilladero, y al arruinado Monasterio de Nuestra Señora de Gracia. Además, podemos ver una antigua estela romana en el parque del municipio, un lugar idílico de paseo y descanso.