Támara de Campos es una población palentina de gran belleza, la que en un espacio tan pequeño ha logrado construir un conjunto monumental de soberbia riqueza e importancia artística. Tan escultural como desconocido, es el municipio donde se fraguó la unión de los Reinos de Castilla y Léon, tras la firma de la Paz de Támara en 1037 y cuya valía artística e histórica le han servido para ostentar el título de conjunto histórico artístico.

Su iglesia de San Hipólito, de porte catedralicio, los restos de su muralla y un trazado urbano de corte medieval sorprenderán y harán volver a todo aquel que se acerque a la villa palentina.

Támara de Campos se encuentra en la comarca palentina de Tierra de Campos, a unos 30 kilómetros de la capital y a tan sólo cuatro kilómetros de Boadilla del Camino y a siete de Frómista, paradas obligadas de cuantos realicen el Camino de Santiago a su paso por Palencia, una de las rutas de mayor atractivo turístico de Castilla y León.