Situado en las estribaciones meridionales de la Cordillera Cantábrica, en la comarca burgalesa de Las Merindades, este monumento kárstico está formado por un conjunto de cavidades cuya red principal consta de ciento diez kilómetros de galerías topografiadas, lo que le convierte en el segundo endokarst de mayor desarrollo de la Península Ibérica y en uno de los mayores del mundo. Adéntrate en un refugio único para murciélagos y ciento noventa especies cavernícolas, muchas de ellas endémicas, un importante referente de biodiversidad, además de arqueológico al estar habitadas desde la prehistoria.
Explora bosques exuberantes de encinas, quejigos y enebros que albergan aves rapaces. Observa buitres, milanos y alimoches en las formaciones rocosas, mientras que en el sotobosque encuentras corzos, zorros, jinetas y jabalíes. En las áreas más sombrías, los hayedos albergan al azor y la marta, además del gato montés, y en el curso bajo del río se pueden observar nutrias.
Este tesoro natural también cuenta con una rica historia, desde el Paleolítico hasta la Edad Media, evidenciado por pinturas rupestres en la Cueva Palomera y la Ermita de San Bernabé, una capilla construida en el siglo XVIII sobre una cueva prehistórica que conserva pinturas murales y un retablo barroco, por la que se accede a una de las galerías visitables.
¡Explora la biodiversidad y la historia de Ojo Guareña!

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