Castilla y León cuenta con una superficie vitícola de 80.000 hectáreas (el 6 % del total nacional). Es la cuarta Comunidad en superficie dedicada al cultivo de la uva y alberga más de 600 bodegas que van creciendo gracias a la dedicación de 18.500 productores por unos vinos únicos. En todo el territorio de la Comunidad Autónoma hay 17 denominaciones de origen, de las que tres son vino de pago, y una figura de calidad como vino de la tierra para todo el territorio, la mención geográfica (I.G.P.) de Vino de la Tierra de Castilla y León. La superficie de la Comunidad se estructura como un gran espacio agrícola salpicado de viñedos, principalmente en torno a la cuenca de su principal río, el Duero, que da vida a algunos de los vinos más famosos del mundo. Los vestigios más antiguos del cultivo de la viña y la elaboración del vino se vinculan con el mundo prerromano, concretamente con las culturas célticas de la cuenca del Duero; como lo atestigua el ajuar encontrado en el yacimiento vacceo de Pintia (provincia de Valladolid).