Rodeando el leonés pantano de Riaño se levantan afiladas crestas calizas que crean un espectacular paisaje dolomítico donde el montañero tendrá serias dificultades para elegir cual de ellas desea recorrer. Al sur de la presa se levanta el alpino macizo de los Jaidos o Janos, entre las localidades de Argovejo, Las Salas y Remolina.
Recorrer el cresterío que forman Los Jaidos, Peña Caballo y La Muga se convierte en una espectacular y aerea actividad que dejará satisfechos a los montañeros más exigentes. El recorrido circular que parte desde la Ermita de Nuestra Señora de Pereda de Argovejo es una actividad de lo más completa donde recorreremos una antigua calzada romana, bellos bosques de haya y afiladas y aereas crestas calizas.
El recorrido comienza un kilómetro antes de llegar a la localidad leonesa de Argovejo en la Ermita de Nuestra Señora de Pereda (1000 m). Empezamos caminando en dirección norte siguiendo el Camino Real del Esla, marcado como ruta de senderismo PR-LE 36, una antigua calzada romana que sigue el valle del río Esla. Después de dos kilómetros de agradable caminata, en las praderas de Remanganes, deberemos girar bruscamente hacia el este y empezar a subir unas fuertes rampas que nos deben llevar a un gran canal que se cierra en el paso del Saltadero. En este tramo deberemos estar bien atentos a los hitos para seguir el mejor recorrido posible.

El paso clave de la ascensión a la cresta de los Jaidos o Janos se llama El Saltadero. Un antiguo paso semitallado en la roca utilizado por los pastores que transitaban con sus rebaños por estos empinados riscos. Si la roca está seca no habrá más problema que agarrar bien las buenas presas y dejarse impresionar por lo aereo del paso. En cambio, si la roca está mojada y resbaladiza habrá que redoblar la atención y tomar precauciones como asegurar el paso con cuerda o directamente renunciar a la ascensión.

El paso del Saltadero se reconoce fácilmente por unos grandes riscos que tiene a su derecha que parecen la cabeza y las manos de una monja rezando, echándole un poco de imaginación claro. El paso en sí es una estrecha repisa ascendente, utilizada por los antiguos pastores, que atraviesa una placa rocosa y que tiene equipamiento (chapas y cintas) por si queremos asegurarlo con cuerda. La dificultad no es muy elevada pero la exposición es alta y puede ser un buen test para ver si podemos afrontar el resto de la ruta con tranquilidad. Una vez superado el paso seguimos una rectilínea canal, Corte Clara hasta coronar nuestra primera cima del día, Peña Caballo (1762 m). Para continuar por el cresterío bajamos a un estrecho collado donde encontraremos unas curiosas formaciones pétreas y después afrontamos el paso más complicado de la ruta, una estrecha canaleta que nos saca a la corta arista noroeste del primer Jaido o Jano (1798 m). Para llegar al segundo Jaido o Jano bajamos hacia el sureste atravesando franjas rocosas hasta llegar a otro collado. Un poco por debajo del collado buscamos una estrecha vira que nos ayuda a traspasar una arista rocosa y entramos en una canal que termina muy cerca de la cumbre. Al terminar la canal recorremos un corto tramo de aérea arista para llegar al punto más alto de la ruta, el Pico Jaido o Jano (1821 m).

Los Jaidos o Janos vistos desde la Muga. El de la izquierda es el más elevado con sus 1821 metros de altura.

Un misterio toponímico surge con los nombres de varias de las cumbres que forman esta afilada sierra. A pesar de que el Instituto Geográfico Nacional nombre a la cumbre más alta como Jano, los habitantes de la zona lo llaman Jaido, topónimo que podría derivar de los grandes bosques de haya que tapizan sus laderas (hayedo – faedo – jaido). También, según el mapa del IGN, encontramos dos cumbres nombradas como Caballo al principio y al final de la cresta. ¿Podría venir este topónimo de una piedra con forma de cabeza de caballo que hay al inicio de la cresta? Quien sabe! El caso es que estos misterios toponímicos darán que pensar a quienes recorran estas peñas y si la curiosidad es grande es una buena opción preguntar a los paisanos de los pueblos para ver que nos cuentan ellos.

Desde esta panorámica atalaya vemos nuestro último objetivo del cresterío, La Muga. Para llegar hasta allí bajamos por la ladera sur de la arista y rodeamos una cota (1724 m) hasta un amplio collado herboso donde empieza la ascensión a la última cumbre del día. Por terreno rocoso sencillo coronamos una primera cota (1794 m) y tras un pequeño collado llegamos a La Muga (1804 m) donde encontramos una pequeña torre construida con piedras en el punto más alto. Para bajar de esta cumbre utilizamos la cara sur ya que la arista es demasiado difícil para continuar por ella.

Vista de las dos cumbres de La Muga desde el descenso del Jaido o Jano. Se aprecia la pequeña torre de rocas en la cumbre más alta, la de la derecha.

Llegamos de esta manera a la gran Collada de Celada (1619 m). Seguimos ahora por el cordal hacia el sureste, bordeando varias cotas calizas hasta un punto donde la sierra hace un giro hacia el sur, subimos a una pequeña cota (1677 m) para despedirnos de estas bellas montañas. Es el momento de dejar la cresta y empezar a bajar hacia el suroeste por la amplia cabecera del valle del Arroyo de Llampas. Buscando los mejores pasos entre la vegetación llegamos a una zona donde se juntan varios arroyos y hay un chozo (1250 m). Desde allí una pista nos lleva ya valle abajo y sin perdida hasta Argovejo (1060 m). Y recorriendo algo más de un kilómetro por carretera terminamos nuestro recorrido llegando de nuevo a la Ermita de Nuestra Señora de Pereda (1000 m).

Datos de la ruta

Origen de la ruta:
Argovejo en la Ermita de Nuestra Señora de Pereda
Destino de la ruta:
Ermita de Nuestra Señora de Pereda
Trayecto:
Circular
Medio:
A pie (6 h.)
Longitud:
12,6 km.
Desnivel subida (m):
1.050
Desnivel bajada (m):
1.050
Recomendada:
  • primavera,
  • verano,
  • otoño
Dificultad de la ruta:
Alta

Dirección

Argovejo (Crémenes). 24989 León.