Desde las altas sierras a las llanuras fluviales se individualizan ecosistemas diferentes, paisajes contrastados e importantes recursos forestales capaces de definir, como en el caso de los micológicos, una de sus señas de identidad.

Más de 1.500 especies de hongos, muchas comestibles, fructifican cada año en los montes y bosques de Castilla y León. Un atractivo singular que se manifiesta en la recolección, en el disfrute del medio natural y en la degustación de unos productos de alta calidad.