Cañones y miradores
En esta ruta el protagonista es el río Duero, escultor en los Arribes, que ha ido perfilando los farallones, denominados ‘acantilados de agua dulce’, donde el explorador encontrará diferentes miradores desde donde asomarse para disfrutar de un paisaje asombroso en el que se cruzan buitres y águilas, entre otras especies.
Una espectacular mirada desde cualquiera de las localizaciones que elijamos en los Arribes del Duero: la Faya en Villarino de los Aires; la ermita de la Virgen del Castillo en Pereña; los miradores de el Picón de Felipe o el balcón del Fraile en Aldeadávila de la Ribera; el mirador de la Code en Mieza; el Castillo en Vilvestre, o el mirador de las Janas en Saucelle.