Segovia es una ciudad coqueta y a la vez desbordante, cuya urbe ensoñadora invita a viajar en el tiempo en medio de una vibrante cotidianidad. Enclavada en lo alto de un roquedo en la confluencia de los ríos Eresma y Clamores con la imponente silueta de la sierra de Navacerrada como telón de fondo, presume de ser uno de los Conjuntos Históricos más fotogénicos del país, además de Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Fundada por los romanos hace más de dos mil años, fue corte y residencia de reyes, testigo de la coronación de Isabel la Católica, epicentro de una pujante industria textil en la Edad Media y una de las más importantes juderías de la Península Ibérica.
De aquel esplendoroso pasado ha llegado a nuestros días un espléndido legado patrimonial que abarca todos los periodos y estilos, haciendo de Segovia una ciudad universal.
La plaza en la que se alza el impresionante Acueducto es el punto de encuentro por excelencia y uno de los más transitados. La imponente construcción romana datada a comienzos del siglo II d. C. es una magistral obra de ingeniería compuesta por más de veinte mil bloques de piedra encajados sin cemento alguno en un perfecto equilibrio de fuerzas.
A partir de aquí comienzan un agradable periplo por una de las arterias peatonales de la ciudad y, de camino a la plaza de Juan Bravo, es imprescindible hacer un alto para contemplar la Casa de los Picos. Construida a finales del siglo XV como casa-fuerte, llama la atención por su fachada con seiscientos diecisiete picos de granito y su patio renacentista.
Unos metros más adelante se abre la plaza de Juan Bravo, sin duda una de las más bonitas y populares de la ciudad. Este espacio, también conocido como plaza de las Sirenas, está flanqueado por el torreón de Lozoya, por el palacio que en el siglo XV ocupó el futuro heredero del trono de Castilla Enrique IV y por la iglesia románica de San Martín, uno de los mejores exponentes de la arquitectura religiosa segoviana de la época.
En medio de una vibrante actividad comercial se llega a la plaza Mayor, un espléndido escenario urbano de fisonomía homogénea al que se asoma el ábside de la catedral, el teatro Juan Bravo construido en 1917 y la iglesia de San Miguel, donde fue coronada reina de Castilla Isabel la Católica un 13 de diciembre de 1474.
Al final del espigón rocoso en el que se asienta Segovia se alza la impresionante silueta del Alcázar, el otro símbolo universal de la ciudad junto al Acueducto. Este castillo con aspecto de palacio de cuento de hadas es el fruto de las transformaciones realizadas por los sucesivos reyes que lo habitaron desde su origen en una fortificación del siglo XII. Fue la primera residencia de los reyes de Castilla y entre sus muros tuvieron lugar acontecimientos que marcaron el rumbo de la historia en los siglos venideros.
Desde los jardines que preceden esta joya de la arquitectura militar se tiene magníficas vistas de las dos vegas que a sus pies confluyen, así como del pinar que alberga el cementerio judío a un lado y la iglesia románica de la Vera Cruz y el relevante monasterio de El Parral al otro.